Andrew Bynum nació el 27/10/1987 en Plainsboro, New Jersey. Mide 2.16 metros, pesa 285 libras (129 kg) y juega de centro.
Después de acudir al West Windsor-Plainsboro High School North y al Solebury School, Bynum asistió al St. Joseph High School en Metuchen New Jersey, donde jugando como senior, promedió 22 pts, 16 rebs y 5 tapas por encuentro.
Su gran habilidad en el juego hizo que, en vez de ir a la Universidad de Connecticut, Andrew se presentará en el NBA Draft 2005. Esto fue una sorpresa, pero más lo fue cuando Los Angeles Lakers lo eligieron en el pick número 10 de la Primera Ronda, convirtiéndolo en el jugador más joven de la historia de la NBA en ingresar al Draft, por encima de Jermaine O’neal y su compañero Kobe Bryant, con tan solo 17 años, 8 meses y 2 días.
Los records no pararon, ya que en su debut ante los Denver Nuggets en noviembre, se convirtió obviamente en el jugador más joven de la historia en jugar un encuentro NBA con 18 años y 6 días.
Su primera Temporada no fue muy buena. Uno de los hechos que más se recuerda de él en la 2005-06 fue cuando, jugando ante el Miami Heat, Shaquille O’neal se la volcó en la cara. Esto dio pie a que en la siguiente posesión, el joven de 18 años le devolviera la volcada, haciendo que el Staples Center entero se ponga de pie. Pero en el festejo de la jugada, Bynum empuja a ‘Shaq’ demostrándole lo que hizo, y este le devolvió con un golpe en el pecho.
Con la llegada de “AB17” al equipo, los angelinos contrataron a la leyenda Kareem Abdul-Jabbar para que entrene a los centros del plantel, pero en especialmente a él.
En el comienzo de la 2006-07, Bynum se ganó continuidad debido a las lesiones de los jugadores de su posición, mejorando muchísimo en su calidad de juego, con grandes números en ciertos partidos.
Hasta que en la 2007-08, luego de todo lo que se habló sobre su partida del equipo a cambio de Jason Kidd y otros posibles traspasos, Andrew comenzó con un nivel increíble, callando bocas de muchos en los Lakers.
El joven comenzó a hacer 15 puntos y atrapar 10 rebotes por encuentro. Su juego era mucho más fuerte, más agresivo, de nivel All-Star.
Rápidamente se convirtió en la co-estrella del equipo, teniendo números fabulosos. Y cuando su juego llegó al mayor auge en enero (promediaba 17.3 pts, 12.2 rebs y 2.3 tapas) sufrió un tremendo golpe en su rodilla izquierda que lo dejó afuera de las canchas por ocho semanas.
Su regreso sería en ocho semanas. Pero cuando llegó esa fecha, su vuelta a L.A. se retrasó cada vez más y más, hasta que cuando llegaron los Playoffs y Bynum no volvía, decidieron hacerle una cirugía en la rodilla, dejándolo completamente fuera de la postemporada.
Al año siguiente, con Pau Gasol y él (mucho mejor físicamente) en la alineación, las espectativas para los Lakers eran enormes. A su dúo con el español lo llamaban "Las Torres Gemelas". Pero al comienzo de la campaña Andrew empezó muy mal. No rendía lo que se esperaba y mostraba signos de torpeza, algo que no se había visto nunca en él. Hasta que de repente, hubo un click. Su juego mejoró muchisimo nuevamente y volvió a ser el de siempre. Un antes y un después en su carrera fue aquel recordado partido ante Los Angeles Clippers, donde anotó su récord personal de 42 pts, 15 rebs y 6 tapas. Promedios de 26 pts y 13 rebs en una semana afirmaban su gran momento. Hasta llegó a ganar el premio a Mejor Jugador de la Semana por primera vez en su historia.
Pero, como si fuera un 'deja vú', en un partido ante los Memphis Grizzlies, Kobe cayó encima de su rodilla derecha y las lesiones regresaron. Nuevamente de 8 a 12 semanas de baja. Pero esta vez, como él aseguró, fue distinto.
Regresó cuatro partidos antes de los Playoffs y lo hizo muy bien. En su primera aparición en las canchas luego de 2 meses anotó 16 pts y 7 rebs. En el último encuentro antes de la postemporada, 22 pts. Se venía la recta final y los angelinos contaban con un Bynum imparable.
Pero en Playoffs todo fue distinto. En ningun momento rindió lo que se esperaba (tuvo pocos partidos de 14 pts, como mucho). Si bien era titular, aunque varias veces Lamar Odom le robaba el puesto, no era el 'Drew' de 26 pts y 13 rebs de promedio. Aún así, su equipo llegó a Las Finales y allí tendría su prueba de fuego: Dwight Howard. Los Lakers en general contuvieron muy bien al Centro del Orlando Magic, pero en el duelo personal Howard le ganó, a pesar de que Bynum hizo un gran trabajo.
L.A ganó el título por 15ta vez en su historia y le dio el 1ro a Andrew en toda su carrera.
Un año después, Drew comenzó la temporada y llevó un ritmo normal y bueno hasta que las lesiones lo visitaron otra vez, cerca de los Playoffs. A pesar de la duda hasta último momento, nuevamente, el centro jugó la postemporada y tuvo un importante papel en el camino de su equipo. El Juego 2 de Las Finales fue uno de los mejores de su carrera, ya que anotó 21 pts, puso 7 tapas y atrapó 6 rebs, yéndose ovacionado por la gente en un momento del encuentro. La rodilla comenzó a molestarlo desde el Juego 4 de esta instancia, pero aún así, con mucha garra y mucho corazón, Bynum decidió seguir jugando hasta el final, el Juego 7, en el que consiguió su segundo anillo junto al 'Back to Back' de los Lakers.
En las siguientes dos temporadas, el centro estuvo involucrado en muchos rumores de cambio, pero aún así continuó en el equipo hasta alcanzar su mejor año con los laguneros en la campaña 2011-12, donde promedió 18.7 puntos, 11.8 rebotes y 1.9 tapas en 60 partidos. Además, jugó su primer All-Star Game y fue incluído en el segundo mejor equipo de la temporada.
Después de acudir al West Windsor-Plainsboro High School North y al Solebury School, Bynum asistió al St. Joseph High School en Metuchen New Jersey, donde jugando como senior, promedió 22 pts, 16 rebs y 5 tapas por encuentro.
Su gran habilidad en el juego hizo que, en vez de ir a la Universidad de Connecticut, Andrew se presentará en el NBA Draft 2005. Esto fue una sorpresa, pero más lo fue cuando Los Angeles Lakers lo eligieron en el pick número 10 de la Primera Ronda, convirtiéndolo en el jugador más joven de la historia de la NBA en ingresar al Draft, por encima de Jermaine O’neal y su compañero Kobe Bryant, con tan solo 17 años, 8 meses y 2 días.
Los records no pararon, ya que en su debut ante los Denver Nuggets en noviembre, se convirtió obviamente en el jugador más joven de la historia en jugar un encuentro NBA con 18 años y 6 días.
Su primera Temporada no fue muy buena. Uno de los hechos que más se recuerda de él en la 2005-06 fue cuando, jugando ante el Miami Heat, Shaquille O’neal se la volcó en la cara. Esto dio pie a que en la siguiente posesión, el joven de 18 años le devolviera la volcada, haciendo que el Staples Center entero se ponga de pie. Pero en el festejo de la jugada, Bynum empuja a ‘Shaq’ demostrándole lo que hizo, y este le devolvió con un golpe en el pecho.
Con la llegada de “AB17” al equipo, los angelinos contrataron a la leyenda Kareem Abdul-Jabbar para que entrene a los centros del plantel, pero en especialmente a él.
En el comienzo de la 2006-07, Bynum se ganó continuidad debido a las lesiones de los jugadores de su posición, mejorando muchísimo en su calidad de juego, con grandes números en ciertos partidos.
Hasta que en la 2007-08, luego de todo lo que se habló sobre su partida del equipo a cambio de Jason Kidd y otros posibles traspasos, Andrew comenzó con un nivel increíble, callando bocas de muchos en los Lakers.
El joven comenzó a hacer 15 puntos y atrapar 10 rebotes por encuentro. Su juego era mucho más fuerte, más agresivo, de nivel All-Star.
Rápidamente se convirtió en la co-estrella del equipo, teniendo números fabulosos. Y cuando su juego llegó al mayor auge en enero (promediaba 17.3 pts, 12.2 rebs y 2.3 tapas) sufrió un tremendo golpe en su rodilla izquierda que lo dejó afuera de las canchas por ocho semanas.
Su regreso sería en ocho semanas. Pero cuando llegó esa fecha, su vuelta a L.A. se retrasó cada vez más y más, hasta que cuando llegaron los Playoffs y Bynum no volvía, decidieron hacerle una cirugía en la rodilla, dejándolo completamente fuera de la postemporada.
Al año siguiente, con Pau Gasol y él (mucho mejor físicamente) en la alineación, las espectativas para los Lakers eran enormes. A su dúo con el español lo llamaban "Las Torres Gemelas". Pero al comienzo de la campaña Andrew empezó muy mal. No rendía lo que se esperaba y mostraba signos de torpeza, algo que no se había visto nunca en él. Hasta que de repente, hubo un click. Su juego mejoró muchisimo nuevamente y volvió a ser el de siempre. Un antes y un después en su carrera fue aquel recordado partido ante Los Angeles Clippers, donde anotó su récord personal de 42 pts, 15 rebs y 6 tapas. Promedios de 26 pts y 13 rebs en una semana afirmaban su gran momento. Hasta llegó a ganar el premio a Mejor Jugador de la Semana por primera vez en su historia.
Pero, como si fuera un 'deja vú', en un partido ante los Memphis Grizzlies, Kobe cayó encima de su rodilla derecha y las lesiones regresaron. Nuevamente de 8 a 12 semanas de baja. Pero esta vez, como él aseguró, fue distinto.
Regresó cuatro partidos antes de los Playoffs y lo hizo muy bien. En su primera aparición en las canchas luego de 2 meses anotó 16 pts y 7 rebs. En el último encuentro antes de la postemporada, 22 pts. Se venía la recta final y los angelinos contaban con un Bynum imparable.
Pero en Playoffs todo fue distinto. En ningun momento rindió lo que se esperaba (tuvo pocos partidos de 14 pts, como mucho). Si bien era titular, aunque varias veces Lamar Odom le robaba el puesto, no era el 'Drew' de 26 pts y 13 rebs de promedio. Aún así, su equipo llegó a Las Finales y allí tendría su prueba de fuego: Dwight Howard. Los Lakers en general contuvieron muy bien al Centro del Orlando Magic, pero en el duelo personal Howard le ganó, a pesar de que Bynum hizo un gran trabajo.
L.A ganó el título por 15ta vez en su historia y le dio el 1ro a Andrew en toda su carrera.
Un año después, Drew comenzó la temporada y llevó un ritmo normal y bueno hasta que las lesiones lo visitaron otra vez, cerca de los Playoffs. A pesar de la duda hasta último momento, nuevamente, el centro jugó la postemporada y tuvo un importante papel en el camino de su equipo. El Juego 2 de Las Finales fue uno de los mejores de su carrera, ya que anotó 21 pts, puso 7 tapas y atrapó 6 rebs, yéndose ovacionado por la gente en un momento del encuentro. La rodilla comenzó a molestarlo desde el Juego 4 de esta instancia, pero aún así, con mucha garra y mucho corazón, Bynum decidió seguir jugando hasta el final, el Juego 7, en el que consiguió su segundo anillo junto al 'Back to Back' de los Lakers.
En las siguientes dos temporadas, el centro estuvo involucrado en muchos rumores de cambio, pero aún así continuó en el equipo hasta alcanzar su mejor año con los laguneros en la campaña 2011-12, donde promedió 18.7 puntos, 11.8 rebotes y 1.9 tapas en 60 partidos. Además, jugó su primer All-Star Game y fue incluído en el segundo mejor equipo de la temporada.